En las partidas de póker con dinero real el preflop tiene una importancia capital. Estamos hablando de una clase de juego que se percibe diferente, que despierta otras sensaciones entre quienes disfrutan jugando al póker y que les permite, si lo hacen bien, ganar una suma considerable de dinero en efectivo.

Cada una de las fases posteriores al preflop también tiene un peso incuestionable en las partidas de póker, pero la base de la acción se da aquí, en el preflop. Eso es lo que hace que sea tan importante hacer una lectura del juego apropiada desde el principio, teniendo en cuenta que las partidas de cash son especialmente frenéticas y cuyo ritmo no tiene nada que ver con el de un torneo.

Estrategia de póker para Cash Games: cómo jugar el preflop

Vayamos al meollo de la cuestión: la estrategia. Para saber qué enfoque darle a tu juego en una partida de cash, debes entender este tipo de partidas como un todo. Lo que hagas en el preflop tendrá sus consecuencias durante toda la partida y en cada calle posterior que tendrá lugar después. Porque si cometes un error en el preflop, te será difícil revertirlo para intentar mejorar la percepción que los demás tengan de ti.

Los cash games son juegos donde la apariencia lo es todo. Eso, unido al ritmo de juego, hace que la toma de decisiones deba ser rápida y estar fundamentada en unos pocos datos. De ahí que sea tan importante controlar los tells, o incluso usarlos en tu beneficio para dar a entender aquello que quieras transmitir para confundir a los rivales y manipular su juego.

En el preflop, nunca deberías apostar más de cuatro veces la ciega grande más una vez el valor de la ciega grande por cada limper. Es la regla de oro para apostar bajo control y no desbaratar tu stack a las primeras de cambio. Porque cruzar ese umbral nos coloca en una posición de alto riesgo y de escasa rentabilidad, porque nos expondremos a pérdidas importantes y a unos pingües beneficios, en comparación con el balance riesgo-beneficios que se consigue apostando dentro de los límites de la norma.

Una de las bases estratégicas de las partidas de cash es que tenemos que subir la apuesta si abrimos nosotros el bote. Esto actuará de selector natural de cara a hacer una primera selección de los rivales, analizar sus reacciones y ver cómo enfocan su juego, lo que te puede ser de mucha ayuda en calles posteriores.

El check-raise es una buena opción para dejar que hable el jugador que ha subido la apuesta, algo que seguramente ocurrirá cuando hagas tú la primera subida. Si esto ocurre, mide bien tus pasos porque no tienes por qué empezar a jugar como si estuvieras solo. Desconfía siempre cuando percibas que te están dejando vía libre para jugar, porque lo que estarán pensando es “a ver qué quieres hacer y así me puedo cubrir sabiendo lo que pretendes”. Radiografiar tu juego de esa manera es un suicidio.

Estrategia de póker en un Cash Game: aspectos a considerar

Algo que puedes aplicar también a cualquier estilo de juego y base estratégica en una partida de cash es que nunca está recomendado limpear, y menos en el preflop. Igualar la BB preflop es indicativo de que tenemos cartas mediocres, o no tan buenas como para ir a por el premio gordo, lo que nos deja expuestos.

Limpear solo está bien si jugamos contra ciegas que son malos jugadores postflop, si en un bote multiplayer llevamos cartas conectadas, o si, con una buena mano, pensamos que quien habla detrás de nosotros va a hacer raise.

Ser un check-raiser es conveniente cuando intercalas ese movimiento con otras jugadas que mantengan tu juego opaco. No obstante, en sí mismo, el check-raise es un buen método para hacer que el rival no pueda leer bien nuestra manera de jugar porque invita a pensar que no llevamos cartas buenas y podemos confundirle con una subida a contrapié.

En aquellas partidas que tengan un límite más bajo, un re-raise suele querer decir que nos enfrentamos a cartas premium. Puede ocurrir que, además, veamos que nuestro rival nos empieza a exponer demasiado a las resubidas. Si percibes que un jugador está abusando de los re-raises, o bien se debe a una lectura errónea por nuestra parte, en la que algo se nos esté escapando y no sepamos por dónde va el juego de los demás, o bien puede deberse a que debamos ampliar nuestro rango de push.

En caso de que la resubida la hagamos nosotros, cuidado. Hacerlo cuando no toca nos dejará muy vendidos. Es algo que solo es recomendable hacer cuando tengamos una mano premium aplastante. Solo entonces nos compensa triplicar la apuesta para poner a los rivales contra la espada y la pared, para forzarles a cometer un error o abandonar la mano.

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