Es posible que hayas oído decir a algunos jugadores que la ciega grande es uno de los peores rasgos de una partida de póker por lo que conlleva. Precisamente por la bb, para muchos ser UTG es algo tan problemático: el hecho de tener que poner la ciega grande -UTG se sienta justo después de la bb- es algo que no gusta a nadie pero que se le puede sacar ventaja si se sabe cómo.
Como veremos, la ciega grande es el jugador que más pone en juego sin ver las cartas. ¿Es lo ideal? En absoluto. De hecho, un jugador en esta posición se puede ver muy comprometido.
¿Qué es la ciega grande en póker?
Ser la ciega grande no es lo ideal en el póker, pero conlleva una serie de ventajas que conviene conocer porque es posible sacarle partido si la big blind recae sobre ti.
Piensa en esto: si tú eres la ciega grande, toda la mesa habla antes que tú. Eso es buenísimo porque acabas apostando teniendo toda la información posible. Eso también te permite hacerte una idea de cuál es la posición de cada jugador en el preflop, empezando a perfilar a tus mayores amenazas de la ronda.
Ten en cuenta que en el póker las posiciones van rotando, así que es conveniente que saques partido de esto cuando la ciega grande seas tú.
En el póker, las ciegas son las que estipulan en cada ronda la cantidad mínima de bote para jugar la mano y marcan las posiciones de la mesa. La ciega grande se sienta a la izquierda de la ciega pequeña, y esta se ubica justo a la izquierda del button de dealer.
En las partidas con límite, la ciega pequeña es la mitad de la apuesta mínima, y la ciega grande es el doble del valor de la ciega pequeña. Por ejemplo, en una partida con límite de 6/12 euros, la ciega pequeña sería 3 y la ciega grande, 6.
¿Qué es la ciega pequeña en el póker?
Como decíamos, la ciega pequeña en el póker es la mitad de la apuesta mínima, y tanto la pequeña como la grande marcan el tipo de partida que se va a jugar. Por ejemplo, en las partidas de cash las ciegas no cambian y marcan en todo momento el stake en el que vamos a jugar. Hay partidas de póker online con ciegas muy asequibles, de 0,01/0,02 € incluso. Son las partidas low-stakes. Lo opuesto son las partidas high-stakes, donde el concepto es el mismo pero las ciegas son mucho más altas.
En los torneos, las ciegas son determinantes. Van subiendo conforme pasa el tiempo, independientemente de si es multimesa o Sit & Go. Cada torneo tiene incorporado un tiempo fijo de ciegas, que es el que va marcando el ritmo conforme avanza la partida. En los torneos más largos, la ciega pequeña puede empezar muy baja e ir subiendo exponencialmente conforme las partidas se van alargando.
Ciega grande VS ciega pequeña
El papel de las ciegas es crucial para el desarrollo de las partidas, y en los torneos y partidas donde su valor varía, es importante no perderlas de vista. Las posiciones van moviéndose, desplazándose una posición por turno, para que todos los jugadores puedan tener posición de Dealer, y en los torneos van subiendo con el tiempo, pero todo esto visto sobre el papel es una cosa y en la práctica es otra.
Veamos por ejemplo cómo influyen las ciegas en el papel de un jugador. Imaginemos que las ciegas están en 25/50. El jugador que esté en la bb deberá soltar 50 fichas para seguir jugando. En caso de que nadie suba, la ciega pequeña deberá abonar 25 y cuando le llegue el turno podrá foldear o hacer call, abonando tras 25 fichas a la ciega grande. También puede hacer raise (resubir), empezando otra ronda de apuestas. Y siempre, siempre, el jugador colocado en la ciega grande es el último en apostar.
¿Cuál es mejor? No hay una respuesta fija para eso. Cada una de las ciegas puede ser explotada a favor del jugador que ocupa ese lugar en la ronda. Por ejemplo, si tienes una mano muy top, ser ciega grande en una partida de Texas Hold’em puede jugar a tu favor si decides esconder tu proyecto hasta el último momento, ya que acumularás un montón de información sobre los demás.
Con dos ases, ser bb da mucho más juego. Tendrás que fijarte en si la mano viene limpia, cómo los demás pueden interpretar un raise tuyo (verán que defiendes la ciega), o cómo haciendo call puedes dar a entender que quieres esconder datos. Dicho de otro modo: ser una de las ciegas en una partida de Texas Hold’em puede ser beneficioso si aprendes a usar tu posición para distorsionar la percepción de tu juego.
Otro ejemplo de cómo jugar con las ciegas: cuando se roban, hay que hacerlo desde una posición de seguridad. A nadie se le ocurriría robar una ciega desde UTG (primera posición en hablar “under the gun”), y menos si quedan jugadores por hablar. Puedes intentar meter fichas desde ciega pequeña para intentar llevarte las de la ciega grande, pero tendría que llegar la mano limpia. Es posible incluso que te pudieras llevar el call de un fisher.
Hay mucho juego y muchas maneras de aprovechar el potencial de las ciegas. La cuestión es ser consciente de la posición que ocupas, del tipo de partida y de qué manera puedes manipular la percepción de tu juego ocupando las ciegas.