Descubrir a qué tipos de jugadores te puedes enfrentar en una mesa de póker e identificar cuál de ellos eres tú, es tan importante como tener en cuenta tu posición en la mesa a la hora de realizar las apuestas.
¿El motivo? Saber si estás ante un loose pasivo, afinará tus apuestas, ya que se trata de un perfil que juega, prácticamente todas las manos; en caso de enfrentarte a un loose agresivo, prepárate para apuestas fuertes y faroles demasiado cantosos.
En póker el conocimiento es poder. Al identificar los jugadores de tu mesa podrás adaptar tu estrategia a los rivales y, así, adelantarte a sus jugadas, evitar las pérdidas e incrementar tus ganancias. Suena bien ¿verdad? Si quieres triunfar en póker, no te pierdas la información que viene a continuación.
Tipos de jugadores de póker
A grandes rasgos, se pueden identificar 4 tipos de jugadores de póker. A su vez, estos cuatro tipos, pueden dividirse en dos grupos denominados tight y loose. Como verás a continuación, los jugadores de póker se dividen en base a cuántas manos juegan y cuál es su manera de apostar.
Así, distinguimos entre los jugadores selectivos, conocidos como tigh, y los jugadores que apenas tienen miramiento respecto de las manos que juegan. Estos últimos, son los denominados loose, jugadores difíciles de manejar, especialmente si juegan de manera agresiva.
A continuación, te detallamos los cuatro tipos de jugadores de póker a lo que te puedes enfrentar sobre el tapete verde. Descubre cuáles son y, sobre todo, descubre quién de ellos eres tú.
Loose pasivo
Comenzamos la lista sobre tipos de jugadores de póker de la mano del perfil loose pasivo, un tipo de jugador muy buscado entre grinders y regulares dado que les permite incrementar sus ganancias fácilmente.
Más conocido como fish, el jugador loose pasivo es aquel que, como su nombre indica, juega muchas manos, pero apenas sube las apuestas. Por lo general, un loose pasivo se limitará a pasar o igualar las apuestas. De esta manera, sus manos tienden a caer en “saco roto” ya que no suele defenderlas en absoluto.
Los loose pasivos suele corresponderse con jugadores con poca experiencia en póker, aquellos que no tienen en cuenta aspectos fundamentales en las partidas como, por ejemplo, la posición en la mesa ni muchísimo menos el cálculo de probabilidades.
Guiados por la filosofía de “cuantas más manos se jueguen mejor” o “apuesto y a ver qué pasa” un loose pasivo está condenado a observar cómo su stack desciende en caída libre conforme se suceden las partidas.
En definitiva, el perfil loose pasivo es el tipo de jugador en el que nadie quiere verse reconocido, pero, al mismo tiempo, aquel que todo el mundo espera encontrarse en su mesa.
Tigh pasivo
Continuamos de la mano de un perfil que, aunque comparte la manera de apostar de loose pasivo, tiende a ser más selectivo y observador que el anterior.
Un jugador tight pasivo realiza apuestas débiles, es decir, call o check en la amplia mayoría de los casos. Estos jugadores no suelen subir las apuestas, debido a su carácter pasivo, lo que les ha valido su apodo de “rocks” aunque, si hay una cualidad a destacar en este perfil es su inclinación hacia un juego tight.
Si un jugador loose es aquel que juega muchas manos, un tight analiza muy bien la jugada antes de realizar cualquier apuesta. Son selectivos con sus manos, lo que les permite minimizar las pérdidas. Son, también, observadores, por lo que están muy atentos de todo lo que ocurre en la mesa.
Este tipo de jugadores suelen mantenerse en la partida durante muchas manos, dado que su bankroll apenas sufre grandes variaciones. Apuestan solo si están 100% seguros de que van a ganar, pero siempre apostando lo mínimo. ¿El resultado? Pequeñas ganancias, pero pocas pérdidas.
Si quieres deshacerte de un tight pasivo y dejarlo fuera de juego, tu mejor táctica es una apuesta fuerte. Puedes estar seguro dos cosas: o bien se retira o bien, en caso de ver tu apuesta, esconde una mano muy potente.
Loose aggressive
Este es quizá el jugador más visceral de todos. De hecho, este perfil es comúnmente conocido como maniac ya que tiende a apostar muy fuerte en, prácticamente, todas las manos.
Este tipo de jugador es muy difícil de gestionar ya que puede llegar a agobiar en exceso al resto de jugadores a causa de sus desorbitadas y continuadas apuestas. La acción de un loose aggressive se desarrolla en dos vías: faroles y raises.
Si bien los perfiles anteriores tendían a pasar o igualar las apuestas, en el turno de un perfil loose aggressive se producirá un significativo raise que hará temblar el resto de los stacks. ¿Este movimiento significa que el jugador lleva una buena mano? Nada más lejos. Un loose aggressive subirá las apuestas incluso con una mano mediocre.
Si te encuentras con un jugador loose aggressive tienes dos opciones: retirarte de la mesa o adaptar tu juego a uno de los perfiles más difíciles de sobrellevar del póker.
Tight aggressive
Finalizamos esta lista de los diferentes tipos de jugadores de póker de la mano del que es considerado el arquetipo del buen jugador de póker.
Hablamos del perfil tight aggressive, un tipo de jugador de póker que aúna lo mejor de los otros tipos. Observador, atento, racional, analítico, el perfil tight aggressive despliega un control total sobre la mesa de póker y desarrolla su juego en base a toda la información posible.
A un tight aggressive le interesa, no solo sus cartas, sino también en qué posición de la mesa se encuentra, las probabilidades de ligar un out, el bienestar de su bankroll y, también, saber a quién se está enfrentando.
En base a todo ello, realiza o no una apuesta. En cuanto a la manera de apostar, hablamos de un perfil aggressive, pero solo lo hará en caso de estar seguro de llevar la mano ganadora. Si el perfil loose pasivo es aquel al que no debes parecerte, el perfil tight aggressive es a lo que debes aspirar.