Llegar a ser un profesional del póker es el principal objetivo de muchos aficionados de póker que empiezan a coger experiencia y a hacer gala de un bagaje que los distancia de los más novatos. Ser un pro no es algo que se consiga de la noche a la mañana, sino que se requiere experiencia y tiempo para profesionalizarse.

Si ese es tu objetivo, sigue leyendo porque vamos a hablar en este post precisamente de lo difícil (o no) que puede llegar a ser convertirse en un auténtico pro del póker, y qué pasos o fases hay que atravesar para llegar a convertirse en uno.

¿Es difícil ser un jugador profesional de póker?

Es una de las pregutnas más habituales entre quienes tienen en mente desde el principio convertirse en un pro. La respuesta en verdad es relativa, teniendo en cuenta que depende de las aspiraciones de cada jugador, de cómo enfoque su desarrollo y de cómo se dedique al juego.

Si un jugador apuesta siempre por partidas recreacionales, irá adquiriendo experiencia, pero tendrá más complicado profesionalizarse, mientras que uno que va paso a paso pero firme y tiene curiosidad por mejorar su juego, irá avanzando en el largo camino que ha de recorrer un jugador para ser considerado un pro.

¿Es difícil ser un jugador profesional de póker? Bueno, fácil no es. Ten en cuenta que se requiere de mucha disciplina, tiempo, control sobre las propias finanzas y hacer una buena gestión del bankroll para poder profesionalizarse. Es decir, aunque no es difícil de por sí (sino que se requiere de una serie de cualidades, entre ellas la constancia, para continuar progresando), no es algo que consigas en dos partidas.

Como en cualquier otro juego, cuanto más juegues y más recorrido tengas, mejor jugarás y más cerca estarás de ser un experto. No hay fórmulas mágicas ni atajos para lograrlo, si es lo que entiendes por fácil.

Pasos para convertirse en un jugador de póker profesional

Una vez tengas esto claro e interiorices que profesionalizarse en el póker es un proceso que requiere de mucha disciplina y dedicación, podrás empezar a encarar el póker con otro espíritu. Si tienes prisa por ser bueno nunca lo serás del todo, profesionalizarse es algo que se consigue con recorrido en el juego.

¿Qué se necesita para poder aspirar a ser un profesional del póker? Principalmente, esto:

  • Dominar las bases del póker. Evidentemente, cualquier jugador considerado profesional debe manejar al dedillo las dinámicas del juego. No solo hablamos de lo básico, sino de todos los aspectos que en una partida de póker influyen. Como ya sabrás, el póker es un juego de múltiples capas, lo que le da esa complejidad que lo hace tan especial. Y ser capaz de controlar y dominar todo lo que ocurre o puede ocurrir en esos niveles diferentes es lo que diferencia a un buen jugador de póker de un verdadero profesional.
  • Disponer de un repertorio de habilidades. Este es un proceso que requiere años de experiencia. Muchos incluso lo trabajan durante toda su carrera como jugadores, y es que las habilidades que se requieren para disputar partidas de alto nivel exigen tener un conocimiento avanzado de matemáticas, probabilidad y estadística. Ciertos programas de software te pueden ayudar a mejorar en este aspecto, pero ten en cuenta que algunas plataformas prohíben su uso.
  • Optimizar el BRM. Un aspecto transversal que has de trabajar desde que eres un novato hasta que tengas el nivel para jugar en mesas profesionales. El BRM es vital para garantizar tu continuidad en el juego, y es necesario ya no que seas bueno gestionando tu bankroll, sino que se te dé de lujo. Cuando apuestes fuerte, necesitarás saber de cuánto dinero dispones para no quedarte fuera ante un bad beat, por ejemplo.
  • Humildad y práctica constante. Por muy pro que seas, siempre hay algo nuevo que aprender y es necesario que mantengas tu humildad intacta. Que hayas mejorado no quiere decir nada, así que cabeza agachada y a seguir jugando.
  • Desarrollar tu inteligencia emocional. Los profesionales del póker coinciden en que tener una inteligencia emocional desarrollada es vital porque permite controlar las emociones durante la partida, manteniendo la concentración en situaciones de alto riesgo e impidiendo que los demás radiografíen tu juego.
  • Generar redes de apoyo en la comunidad. Dentro de la misma comunidad, aunque en las mesas compitáis entre vosotros, se pueden tejer lazos de amistad que pueden ayudar a sobrellevar momentos difíciles o a relajar tensiones en ciertos momentos. Es importante no permanecer aislado; al fin y al cabo, antes que jugador eres persona.
  • Hacer evaluaciones constantes de tu progreso. No está de más que, por muy alto que sea tu nivel, hagas balance cada cierto tiempo de tu progreso. De hecho, es altamente recomendable que tengas la costumbre de analizar tus estadísticas. Eso te permitirá actualizar la información de tus resultados y hacer mejores análisis.